sábado, enero 23, 2010

ENTREVISTA A JULIÁN LALINDE

“En pocos años Liverpool va a lograr un título, se lo merece”
Julián Llinde frente a Cienciano por la Copa Sudamericana

Suena el timbre del pequeño edificio ubicado en la ignota calle Fernández Luna y del otro lado se activa la apertura de la puerta. Al subir un par de escaleras, Julián Lalinde recibe a Volumen de Juego. El delantero de Liverpool deja de realizar sus tareas en la PC para acceder a una entrevista.

Está solo en el apartamento que muestra claras señas de ser un hogar en el que viven jóvenes del interior, aunque la prolijidad del mismo podría generar dudas. Sus tres compañeros, que estudian y trabajan como él, casualmente no están.

De primera le comenta –con bronca- al periodista si vio el gol que “se comió” la noche anterior en el Franzini y explica con lujo de detalles lo que le pasó en la jugada. Luego de bajar el volumen de los punk covers que suenan en la PC, se sienta en la silla y espera su primera pregunta.

El jugador de Liverpool repasó sus inicios en el fútbol infantil de Florida, su salto al profesionalismo, los duros primeros días en Belvedere, la actualidad de su club, la gestión del presidente José Luis Palma, sus estudios, y su punto de vista sobre la política de la dirigencia negriazul con respecto a los frecuentes reclamos que realizan “en los escritorios” de la Asociación Uruguaya de Fútbol.

¿Cómo ha sido tu carrera desde tus inicios en el Baby Fútbol en Florida?
En el baby arranqué en un equipo que se llamaba El Águila y después, cuando estaba en la categoría Semillas, el club se desafilió. En Cebollas jugué en Nacional de Florida hasta pasar por sub 15, sub 18, sub 20 y Primera, y cuando estuve en la selección sub 18 de Florida fue que pasé a Liverpool en 2003. Hasta ahora seguimos ahí.

¿Cómo se dio tu salto al profesionalismo?
Fue en la sub 18 de Florida. Anduvimos muy bien todos aunque perdimos la semifinal del Campeonato del Sur ante Durazno. En un partido contra Canelones -después hablando con el profe de Liverpool y el técnico que me llevaron me cuentan que habían ido a ver a los futbolistas de Canelones- metimos cinco goles en el (Estadio Eduardo Martínez) Monegal y después llevaron a cinco jugadores de Florida para probarse en el club.

¿Qué cosas te llamaron la atención en los primeros días en Montevideo?
¡Los entrenamientos! Ni que hablar. Eran mucho más duros y me costó pila. A mí en lo físico siempre me costó, pero después uno se va acostumbrando.

Y en la vida diaria, ¿qué cambió de lo que era Florida a vivir en la capital?
Fue difícil… Cuando yo llegué a Montevideo estábamos en Belvedere, en una casa re humilde en la que había 16 jugadores y no se pasaba muy bien. La alimentación no era muy buena. Dejé el liceo también, que eso fue una de las cosas que no tenía que haber hecho, pero tenía que hacer el nocturno e ir a un barrio que no conocía. Era arriesgado y ese año lo abandoné. Lo dejé tres veces, pero después arranqué de nuevo, suave, porque solo con el fútbol te arrancás un poco la cabeza. Después de ese año en Belvedere, al próximo fuimos a la casona en donde veían a jugadores que podían subir a Primera. Ahí algunas veces entrenábamos con la Primera y cambió todo. La alimentación fue diferente y fue cuestión de acostumbrarse.

¿Extrañabas a tu familia en Florida?
Sí, claro. Nunca había tenido una experiencia así, de estar tan lejos de mi familia. Solo cuando fui con Sudamérica a Córdoba que estuvimos 15 días o cuando se armó una selección con las Aldeas Infantiles de Florida que nos fuimos también para Córdoba. Pero estar una semana entera en Montevideo y venir los fines de semana a Florida me costó, sí. Tenía 17 años…

¿Qué recordás de tu debut en Primera?
Mi debut en Primera fue en el 2005 con Carlos Barcos como DT, en (el Estadio Raúl) Goyenola, fue en la anteúltima fecha con Tacuarembó y entré 15 minutos…

¿Y cómo te fue?
Bien. Justo íbamos perdiendo 2-0, nos ponemos 2-1 y cuando entré pudimos empatar, por suerte. Por lo menos en un debut no perder es importante.

¿Qué técnicos has tenido?
A Primera me subió Barcos. A los 17, el mismo día que yo llegué a Liverpool -a fin de año-, como se había entrado a la Liguilla reservaron a varios jugadores y Julio Ribas me llevó a concentrar, estuve en el plantel y en la última fecha fui al banco contra Bella Vista pero no entré… Anteriormente había tenido al “Mellizo” Gerardo Morales, que fue quien me trajo en Cuarta, en el segundo año tuve al ingeniero Juan Verzeri, quien ahora está en la Primera división de Racing, y en Tercera tuve a muchos más que no los nombro porque capaz que me olvido de alguno…

¿Y en Primera quiénes te dirigieron?
Ribas, que tenía la suerte de que me subía cada dos por tres. Después estuvo Carlos Barcos, Voltaire García, que fue quien me dio continuidad en Primera, Juan Tejera, Carlos Manta y ahora Eduardo Favaro.

¿Cuál de ellos te marcó más?
El que me marcó más fue Voltaire, que fue quien me hizo conocer porque me dio la posibilidad de jugar con frecuencia en Liverpool.

En lo que va de tu carrera, ¿cuál fue el momento que más alegría te dio?
Fueron los primeros dos goles que le hice a Peñarol en el Estadio Centenario, en el año 2006. Fue la alegría máxima. Y ahora, en el pasado Clausura. Poderle convertir a un grande es muy bueno… Es totalmente distinto a cualquier otro gol. Se disfruta más.

¿Y cuál fue el momento más duro?
Fue la lesión que tuve en el 2006, después que juego ese campeonato. A la próxima pretemporada me quiebro el segundo metatarsiano y la recuperación me costó más que el doble. Lleva dos o tres meses de inactividad y a mí me llevó ocho meses. Después de ahí me fue muy difícil volver a jugar y tener la continuidad que había tenido.

¿Cómo es Liverpool como club?
Años atrás yo no lo conocía a Liverpool, pero -por comentarios- desde que llegó (el presidente del club, José Luis) Palma en 2000 ó 2001 se hizo un club mucho más serio a lo que era, a nivel de infraestructura y a nivel de jugadores. Creo que más allá de que Liverpool hizo buenos campeonatos, creo que con Palma y con la posibilidad de estar fuerte económicamente el club es más serio. Por eso fue que Liverpool llamó más la atención después.

¿Cómo es el trato de Palma con los jugadores?
No es de ir mucho a los entrenamientos. En los partidos siempre está en el vestuario. Cuando ganamos él nuca entra pero cuando perdemos siempre está.

Desde hace un tiempo se dice que Liverpool está a la altura de Danubio y Defensor Sporting, con una política de ser independientes y con autonomía económica. ¿Qué crees que le falta a Liverpool para ser campeón como lo han sido esos clubes?
Creo que desde 2003 Liverpool ha crecido mucho y ha demostrado que ha hecho las cosas bien. Creo que en pocos años se va a lograr un título porque el club se lo merece, por lo bien que está laburando.

¿Cómo ves la actitud de la dirigencia negriazul que siempre está muy atenta para reclamar puntos “en los escritorios” de la Asociación Uruguaya de Fútbol?
Como te decía: Liverpool es una institución muy seria que está en todos esos detalles. Los demás clubes a veces no pueden pelear esos puntos porque sus dirigencias no tienen esa seriedad. Creo que es más que nada por eso, no hay ningún invento.

¿Por qué estudias?
Más que nada para no encerrarme tanto en el fútbol. Creo que terminar el liceo hoy por hoy es importantísimo…

¿Qué estudias?
Cuando llegué a Montevideo me habían quedado cuatro materias de 4to, las fui dando hasta terminarlo. Ahora estoy liquidando 5to, estoy haciendo tres materias, y quiero ya arrancar 6to el año que viene, que pude haberlo comenzado este año, pero preferí ir de a poco y terminar primero las de 5to para quedar libre para hacer el último.

¿Cómo es tu vida en Montevideo, con quién vivis?
Acá vivo con tres amigos de toda la vida de Florida. Ellos laburan y estudian, y yo entreno y estudio de noche.

¿Cómo te imaginas en el futuro?
La verdad es que no me lo imagino. Primero quiero tener la continuidad que había tenido en Liverpool para poder mostrarme, andar bien y pegar el salto que todo jugador quiere.

*Esta nota fue realizada a mediados de 2009, en plena Liguilla, cuando Liverpool logró clasificar a la Copa Sudamericana, primera incursión de los negros en un certamen continental. La íbamos a subir en el medio del pasado Apertura, cuando los de la Cuchilla peleaban el título, pero no lo hicimos para no ser secas. Los negriazules terminaron segundos.