El Muñeco se fue como jugador y volvió de DTLa contratación del argentino Marcelo Gallardo como entrenador de Nacional es como una cita a ciegas, esos encuentros entre personas que se conocen pero que nunca se han visto y se citan en un lugar para verse las caras por primera vez. Los dirigentes albos se confiaron en un ex jugador que asumirá la conducción técnica sin antes haber pisado una cancha con el buzo de DT puesto.
Nadie sabe cómo juega el argentino, quizás hasta ni él, porque una cosa es imaginarse al costado de la línea de cal y otra es pasar de un día para el otro a estar al frente de un cuerpo técnico, un plantel y un equipo.
En lo previo hubo buen diálogo, entendimiento, cariño mutuo entre ambas partes. Palabras bonitas de un lado a otro, de la dirigencia tricolor hacia el Gallardo DT y viceversa. Y si bien se sabe algo sobre el estilo de juego del “Muñeco”, por lo que demostró como jugador y por sus influencias futbolísticas, aún no se conoce cómo aplicará todos esos conocimientos en el pizarrón.
Como en una cita a ciegas, las partes van a destacar sus virtudes y tratar de ocultar sus defectos hasta el momento del encuentro, cuando se vean las caras y se despejan las dudas. Ahí el chamuyo queda de lado y se ve la realidad. ¿Es bonita o “interesante”, o ambas cosas? ¿Es caballero o medio sinvergüenza? ¿Baila bien o es de madera? ¿Va directo a los bifes o es medio lento?
Lo mismo con Gallardo: ¿Jugará al ataque o esperará al rival? ¿Buscará un fútbol vistoso o será más aguerrido? ¿Pondrá un enlace, como lo fue él de jugador, o utilizará una línea de tres o de cuatro en el medio?
El misterio se irá develando de a poco, cuando el flamante DT comience a mostrar sus dotes en la cancha. Los resultados del Apertura y la Copa Sudamericana serán claves para la relación. Los dirigentes tricolores se la jugaron por Gallardo, sin verlo, y ahora resta saber si el argentino conquistará el corazón de la hinchada tricolor.
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Foto: web de Nacional
